
Lenguas de cristal
resuenan en el ciego albor de la noche.
Cantos invisibles invierten la naturaleza,
el juego entre las piernas,
la voluntad puesta sobre la boca,
él la devorará,
me devorará.
Las estrellas se precipitan sobre el pecho,
besos, risas, alientos, piel sobre piel,
criaturas de pálidos rostros exclaman un acorde perfecto,
una sola voz
para los osados de corazón.
Esta plegaria solo puede pronunciarse con el viento en contra, a esa hora donde la verdad se asoma:
“Con tu llama implacable violenta mi alma, señor del eterno verano”.
Esta obra de ALMA A. C. CARBAJAL GUZMÁN está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
25 abril, 2019 at 12:07 am
👏👏👏
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